Si no está a la vista lo que busca, pregunte

miércoles, 9 de junio de 2010

De los contrastes

Aún cuando en México el contraste existe y es evidente, donde la mayoría de la gente, fuera de las acciones cívicas indispensables, ya no respeta al género, encontré un caso muy particular que me hace pensar que dentro de toda la degeneración en que se vive, es posible que de verdad se haga algo por cambiar.

En días pasados se ha iniciado una serie de anuncios televisivos que llevan como lema "Y tú, ¿qué estas haciendo por México?" donde se muestran actitudes comunes de la imagen que se tiene de México desde el propio México. Desconozco el organismo que realiza estos anuncios, pero sea el que sea, tiene el mismo propósito e impacto que los ya famosos "Tienes el valor o te vale" y que puede ejemplificarse con una célebre frase:
Mucho blablabla y poco trucutrú.
No sólo por la hipocresía que involucra que el sistema haga este tipo de iniciativas, sino porque en mi opinión, no es la solución.  

Actualización: Se trata de IniciativaMéxico


Leía que de acuerdo a informes oficiales, el turismo en México ha bajado significativamente y que, cito textualmente, "para que México sea potencia mundial es necesario mejorar el lenguaje, imagen y percepción que se tiene". Desconozco si se refería a ser una potencia o una potencia del turismo.
Esperar que México sea potencia en base al turismo es equivalente a esperar que Hugo Sánchez  de verdad regale teles. Dada la ambigüedad del enunciado que cité,  no continuaré con ese tema.

Paseos en base a una encuesta como de rayo para continuar "la tradición" hacen que ahora FECAL goce de un viaje a todo dar para ver el fut. Hace poco visitó tierras yanquis, pero es que cuando se da un apretón de manos y no se mira a los ojos, pero sí se mira a las cámaras con el propósito de mostrar la "camaradería", se vuelve a la frase que ya comentaba anteriormente como célebre.

La ahora actitud donde las políticas nacionales se basan en "lo que se hace en otros países" hace referencia a otro enunciado célebre: apréndele lo bueno, no lo malo.  La relación se basa en que precisamente se usa para hacer notar que se está aprendiendo lo malo.

En este camino de contrastes relataré el evento principal del post. No se trata de contar pasajes de mi vida, pero esto merece la pena porque da esperanza de que algún día, algo cambie.

Uno de estos días, de regreso a mi hogar, después de la jornada universitaria, al dejar que un señor tomara el asiento junto a la ventana, comenzó la ya clásica plática de extraños, donde más allá de esperar una respuesta evidente a una pregunta inocente, se espera la pregunta del interlocutor.
Ya de la chamba? - No, de la escuela.
Así inició la conversación, donde mencioné a la Universidad Nacional Autónoma de México y a la Facultad de Ingeniería; después la plática se volvió interesante, cuando aquel señor, que en una primera impresión era uno más bajo el sistema, comentó con una sinceridad tremenda que deseaba aprender matemáticas y que se sentía atraído por toda clase de eventos culturales. 

No recuerdo la secuencia, pero la conversación llegó a su pasión por la lectura.  Era lector de los clásicos y de algunos de mis grandes héroes de la infancia:  Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, José Revueltas. (No había notado que todos inician con J)

Espero que en este punto del relato el lector posea una ligera sensación de lo que yo viví, donde el asombro era tal que no podía evitar sentirme emocionado en poder compartir lo que la Universidad  me ha dado y ha hecho por mí; continuaba mencionando las posibilidades que tenía de satisfacer su interés por las matemáticas y de cultivar su espíritu.

En México la educación es un privilegio. No sólo la educación superior. El acceso al conocimiento y al cultivo personal no resulta relevante en el modelo del sistema actual. El aspecto de impacto del relato es que el entonces desconocido, el mismo que admiraba por la verdadera iniciativa que tenía de aprender, sólo había terminado la secundaria.

Contrastes.

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